
Las boleadoras pueden ser consideradas históricamente como el arma de caza más usada por los tehuelches o aónikenk en gran parte de la pampa patagónica. Sin embargo, no siempre fue así. Hubo otros sistemas de caza utilizados con anterioridad a su uso extendido a partir del siglo XVII.
El depósito del Museo Regional de Magallanes alberga cerca de una veintena de bolas líticas con y sin surco, al igual que tres boleadoras completas con sus lazos y envoltorios de cuero característicos, y los pesos respectivos al interior.

Boleadora de tres piezas. Cuero. Largo 109 cm. Peso 1,018 kg. Colección Arqueológica, Museo Regional de Magallanes. N.° inv. 93.88.5. Fotografía: Franklin Pardón. Las boledoras podían ser de una, dos o tres piezas, de acuerdo a las presas a las que estaban destinadas. Podían contener piedras pulidas con o sin surco, pero también arena o trozos de algún metal. Estas posiblemente fueron utilizadas para cazar guanacos.
Boleadora de tres piezas

Aro y anillo (detalle de boleadora de tres piezas). Cuero trenzado. Aro: ancho 17,19 mm y alto 10,68 mm. Anillo: diámetro 17,19 mm y alto 10,68 mm. Colección Arqueológica, Museo Regional de Magallanes. N.° inv. 93.88.5. Fotografía: Franklin Pardón. El aro es parte de la primera cobertura de cuero y permite unir la bola con la soga. El anillo, por su parte, es la pieza de cuero trenzado que abraza el lazo al aro de la boleadora.
Aro y anillo (detalle de boleadora de tres piezas)









