Pasar al contenido principal

Audioguía Nº9 Formación del Territorio y Fauna Extinta

Vitrinas con la formación del territorio y la fauna extinta del Pleistoceno
Esta primera sala era originalmente una de las habitaciones de los hijos varones de la familia, del menor específicamente. Sin embargo, cuando fue donado el inmueble, se implementaron los dormitorios de los niños como salas de exhibición histórica, ya que el museo carecía de ellas.

Esta sala se denomina Formación del Territorio y Fauna Extinta de la Patagonia Comenzaré por contarte acerca del poblamiento del territorio. Cuando las primeras bandas de cazadores recolectores atravesaban el estrecho de Bering en el extremo norte del continente americano desde Asia, hace unos 20.000 años atrás, jamás imaginaron los vastos territorios que se abrían ante sus ojos. Este puente terrestre establecido durante la última parte de la Edad del Hielo, período geológico conocido como Pleistoceno, permitió también el ingreso de un sinnúmero de nuevas especies animales.  De esos remotos tiempos, vienen a la memoria espectaculares animales herbívoros (milodones, macrauquenias, caballos americanos, perezosos gigantes) y sus temibles enemigos carnívoros (tigres dientes de sable, panteras americanas, osos gigantescos). Estas especies accedieron rápidamente a los distintos espacios naturales que el nuevo continente ofrecía, conviviendo y compitiendo con las especies autóctonas. Los grupos humanos que seguían a estas enormes presas encontraron nuevas formas de vida y espacios para colonizar, pero también nuevas rutas que explorar.  El continuo caminar de las primeras comunidades fue dejando sus huellas tanto en Norte y Centroamérica, como en el continente Sudamericano. Es así que las teorías del poblamiento más aceptadas presentan un continuo avance de norte a sur de estos cazadores, los cuales en algunos milenios ya habían alcanzado los remotos territorios de Patagonia. Si seguimos avanzando en la línea del tiempo, la prehistoria de Fuego-Patagonia, en general, comienza unos 11.000 a 12.000 años atrás, hacia finales de la Edad del Hielo, con el arribo de las primeras bandas de cazadores recolectores terrestres a Ultima Esperanza, Magallanes y la Tierra del Fuego. Para entonces, había comunicación terrestre en toda la región y una mayor masa de hielo en retirada. Se cree que el estrecho de Magallanes se abrió hace unos 8.000 a 9.000 años atrás, mientras que la formación del canal Beagle es un poco más reciente. El paisaje de finales del Pleistoceno era distinto al actual: los glaciares que hoy día se ubican en la cordillera de los Andes se extendían al Este, tierra adentro, y existían grandes lagos en la zona central del estrecho de Magallanes, mar de Otway y bahía Inútil, en tanto que la Tierra del Fuego estaba conectada con el continente a través de un puente terrestre.  Los vestigios del paso de los antiguos habitantes han quedado preservados en diversas cuevas y aleros de la región. En estos espacios, mediante excavaciones arqueológicas sistemáticas, se han podido recuperar evidencias del trabajo del hombre sobre diversas rocas y elementos óseos útiles en la elaboración de sus instrumentos, así como restos esqueletales de las presas que fueron consumidas.  El mapa satelital que podemos apreciar, muestra las zonas habitadas por los animales de la época. Dentro de esta misma vitrina podemos observar restos que corresponden al Tigre Dientes de Sable (Smylodon), huesos de Milodon (Mylodon darwini), restos de mandíbula de Caballo americano (Hippidion) y un fémur de Oso (Arctotherium paractotherium), que constituye uno de los escasos vestigios que demuestran su existencia en la Patagonia meridional. Frente a esta vitrina, encontramos mapas que muestran la formación del territorio y sus vestigios, como son éstas muestras de sedimentos (testigos con forma de cilindros), maderas petrificadas, fósiles de hojas y conchas marinas, todo ello encontrado en excavaciones de prospecciones petrolíferas. Ahora continuamos nuestro recorrido avanzando en la historia de Magallanes, visitando la sala Primeros Habitantes.